Como Reconocerlas
Cuando no tenemos mucha experiencia en la compra de
piedras de valor, preciosas y semipreciosas, nos vemos obligados a aceptar lo
que el vendedor dice de ellas, y finalmente compramos confiando a ciegas, en la
veracidad de sus palabras.
Sin duda, son los joyeros los
llamados a pronunciarse y dictaminar mediante pruebas y equipos, la autenticidad
de una piedra y, en caso de no poder, él debiera referirte a un gemólogo.
Seria
entonces éste, el camino adecuado para comprar confiados.
¿Pero que ocurre cuando hablamos de piedras
semipreciosas, donde el importe por dichas pruebas, posiblemente excedería el
valor de la piedra? Este dilema nos catapulta directamente al punto de partida.
Es cuando se hace necesario, buscar asideros que nos
permitan tener un punto de inicio, desde el cual, podamos asentar algunas certezas. A continuación les entregaremos una serie de
tips y datos, que si bien no son infalibles del todo, en conjunto, nos permitirán contar con una base y criterios, para que al momento de adquirir una piedra semi
preciosa, lo hagamos con cierta seguridad.
Test Inicial. A partir las propiedades físicas
Asumiendo que no somos expertos en la materia y que este Test se valida a partir de nuestra propia intuición, se hace necesario que en adelante, recopilemos mas información sobre el tema. Pero por el momento, basemos nuestra identificación en las
generalidades que, en un principio, podrían darnos un approach a las primeras alarmas respecto a
si una piedra podría o no, ser legitima.
Para ello, nos basaremos en la propiedades físicas de las piedras. Estas son; el Peso, la Temperatura,
el color y su textura.
Peso: Todas las piedras poseen un peso especifico que la identifica y pertenece,
sin embargo, en este punto hablaremos mas bien del peso que apreciamos al
momento de sostener una piedra con la mano. Considerando que por lo general,
las piedras naturales suelen ser mas pesadas que las falsas, al tomarle el peso
a una, si ésta pareciera ser mas liviana de lo que esperamos en relación a su
tamaño, estás en presencia de la primera alarma que te indica, que podrías
estar frente a una piedra falsa.
Temperatura: Las piedras naturales son definitivamente mas frías al tacto. Y si al
tocar una de ellas, ésta se siente similar a la temperatura de la mano, nuevamente
podrías estar en presencia de una imitación. Eso si, excluye de este principio,
las perlas, nácares y corales naturales, pues al ser
éstas orgánicas, también alcanzan temperaturas tibias.
Color: Si puedes, investiga la saturación del color de la piedra que deseas comprar. Con muy
pocas excepciones (amatrina, fluorita y alejandrita, por ejemplo), una auténtica
piedra debe tener un matiz. La coloración irregular y/o saturación sugieren de
inmediato, que la piedra ha sido mejorada con tintes o es completamente falsa.
Textura: Compra una lupa. Este dispositivo
permite una inspección cercana y detallada, y puede mostrar fisuras o una completa falta de
inclusiones en la piedra, ambos son signos que determinan que estamos en presencia de una
piedra preciosa falsa. Si se encuentran las inclusiones naturales, la piedra
preciosa es verdadera.
He visto con el tiempo, como algunos han
desarrollado sus propios sistemas de testeo, con el que presumen asegurar la
autenticidad de una piedra y, aunque resulten ser bastante poco ortodoxos, la
experiencia ha demostrado, que en la mayoría de los casos, han resultado ser certeros. Sin duda,
estos sistemas también son consecuencia del método ensayo-error, lo que denota
cierta experiencia, razón suficiente para alinearlos y adoptarlos si estos nos
resultan prácticos y convenientes. Un sistema que a mi parecer amerita ser
mencionado, y con esto, no quiero decir que sea el único aceptable, también se sustenta
en las propiedades físicas de las piedras, debido a que ellas emiten un sonido bastante
específico al ser golpeadas contra una superficie, como por ejemplo, el vidrio,
haz la prueba y veras de qué estamos hablando. Atendiendo a este sonido, hay
quienes pueden aseverar la legitimidad de la piedra. Con el mismo fin, otros
realizan el mismo ejercicio, solo que en este caso, golpeteando ligeramente los propios dientes, con ello,
derivan en las mismas conclusiones.
Me parece que ya
podemos concluir por el momento, sin duda entre mayor sea nuestro conocimiento
respecto al universo mineral, menores serán las probabilidades de equivocarnos al momento de comprar una piedra…
Informate, que no te pasen Gato por Liebre.
Informate, que no te pasen Gato por Liebre.
Pronto mas TIPS, mas
DATOS, mas CURIOSIDADES.
Tienes tu propia forma de Reconocerlas... Esperamos tus comentarios.
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